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Agro vive buen momento con exportaciones

Récord de producción y precio alto anima sector para inversiones

Estimativa de la Confederación Nacional de Agricultura (CNA) predice el crecimiento del PIB Agro este año, en relación a 2020, en un 9% y del Valor Bruto de Producción (VNP), 17,4%, superando R$903 billones. El plantel de soja, la principal commodity brasilera, sufrió con el exceso de lluvias en algunas regiones, lo que atrasó un poco la cosecha en varios Estados. Sin embargo, debe mantener la previsión de exceder los 132 millones de toneladas cosechadas. La carne brasilera también vive un buen momento, con la arroba en alta que debe mantenerse en todo el año, como resultado de la oferta restricta de ganado en el país y fuerte demanda de China, mayor importadora de carnes de Brasil en el momento. Ya para el sector de forestas plantadas, las expectativas son animadoras, también con previsión de crecimiento de la actividad. El sector de plantación y producción apuesta que en 2021 habrá un impulso en las exportaciones, con base en el desempeño del segundo semestre de 2020, que tuvo un excelente resultado, aunque la pandemia de covid-19 haya perjudicado un poco el sector en el primer semestre.

En la región de São Jerônimo da Serra, al Norte de Paraná, que reúne básicamente esas tres actividades económicas del agro, los resultados presentados hasta el momento confirman las expectativas. El Grupo Paraná Wood (GPW) – un ecosistema de negocios direccionado para el agro con la reunión de las empresas Paraná Wood Forestal, Paraná Wood Industria Maderera, Paraná Wood Agrícola y Paraná Wood Ganadería – está obteniendo éxito en sus actividades.

La expectativa de Paraná Wood Agrícola, que está comenzando a cosechar soja ahora, es de tener una producción récord de soja-semilla. “Fue un plantel maravilloso, y debemos tener un crecimiento de un 20% en relación a la última cosecha”, dice el propietario del GPW, el médico y empresario João Luiz Garcia de Faria. Según él, hasta el final de la cosecha, la expectativa es de recoger un promedio de 64 a 66 sacas por hectárea. Arriba del promedio brasilero que, en el plantel 2019/2020, quedó alrededor de 60 saca/ha, de acuerdo con la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab). Para el empresario, el precio de la saca en alta debe mantenerse o hasta subir un poco, si el “apetito de China” se mantuviera. “Lo mismo vale para el precio de la arroba de la carne, que China también está comprando mucho”, evalúa.

Según Faria, la madera fue la última de las commodities a reaccionar en la cuestión de precio. “Pero con la aceleración de la producción industrial, en el segundo semestre, fueron necesarios más palés, más envases y eso hizo el precio mejorar. En los últimos tres meses, el valor aumentó casi un 35%”, dice. De acuerdo al empresario, las exportaciones fueron decisivas, ya que el mercado europeo comenzó a absorber también la madera de eucalipto, que antes era poco empleada por allá. “Europeos tenían preferencia por pinos, pero eso está mudando y están acompañando la producción brasilera”, afirma.

La idea del GPW es invertir buena parte de los rendimientos en los negocios ya consolidados, aumentar áreas de producción y continuar a realizar inversiones, como por ejemplo adquisición de nuevos equipos. “También estamos abiertos a asociaciones con inversionistas, principalmente en el área de forestas. Estamos trabajando empeñados en la transformación de esa región y ya estamos recogiendo resultados. Para quien quiere comenzar de cero, necesita de conocimiento específico y tierras, cuyo costo es muy alto. Estimamos que el agro se mantenga en ese nivel de resultados por los próximos 10 años, mejor que en el mercado financiero. Por ello, nos proponemos a asociarnos”, explica.

El Grupo Paraná Wood está invirtiendo en Paraná, creciendo en asociaciones y dispuesto a ampliar la actuación e innovar en el Agro.

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Plantío de forestas crece e impacta la economía brasileña

Productividad brasileña es la mayor del mundo y el Grupo Paraná Wood es una de las mayores de Brasil

Brasil posee hoy 10 millones de hectáreas de áreas de forestas plantadas, siendo unos 7,6 millones de hectáreas de eucaliptos, o lo equivalente a un 76,3% del total; 2 millones de hectáreas de pinos (19,8%); y 387 mil hectáreas de otras especies (3,9%). Los datos son de la pesquisa Producción de la Extracción Vegetal y de la Silvicultura (PEVS 2019), divulgado en diciembre de 2020, por el Instituto Brasilero de Geografía y Estadística (IBGE). Según los datos, la producción forestal alcanzó R$20 billones y la silvicultura participó con R$15,5 billones.

De acuerdo con datos de IBÁ – Industria Brasilera de Árboles, los árboles plantados son responsables por un 91% de toda la madera producida para fines industriales en el País − los otros 9% vienen de forestas naturales legalmente manejadas. El sector tiene un impacto relevante en la economía del país, con facturación de casi R$100 billones registrados en 2019 y saldo de US$10,3 en la balanza comercial.

El país también es referencia mundial en tecnología forestal, con la mayor productividad del mundo, considerando volumen de madera producido por área al año, y una de las rotaciones más cortas, considerando el tiempo transcurrido entre el plantío y la cosecha de los árboles del mundo, con un promedio de productividad de 36,0m³/ ha año para los plantíos de eucalipto, y un 30,1m³/ha año para los plantíos de pinos.

En este escenario mundial, el Grupo Paraná Wood, a través de la empresa Paraná Wood Forestal, se destaca, con productividad récord de un promedio de 65 metros cúbicos por hectárea año, muy arriba del promedio nacional.Ese resultado excelente se debe, principalmente, a procesos y metodologías personalizadas desarrolladas dentro de la empresa, al cuidado en la selección de mudas de la variedad genética Eucalyptus urograndis – por el resultado en volumen de tronco, con mudas clonadas de eucalipto de Eucapinus.

Entre los procesos y metodologías aplicadas está la personalización de lotes/terrenos en cada área de foresta. Cada terreno tiene una forma específica de plantío y cosecha. Manejo, insumos y tecnología son empleados de acuerdo a la necesidad específica del terreno, que son monitoreadas constantemente, lo que optimiza la producción y reduce costos. Fertilización orgánica, con aprovechamiento de residuos; cosecha mecanizada, corte, remoción y transporte para la maderera con equipo propio garantiza una producción auto sustentable y altamente lucrativa.

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Paraná: óptimo para inversiones ESG

Negocios sustentables están creciendo y aumentando la rentabilidad

Paraná, de modo general, es un estado interesante para inversionistas que quieran diversificar sus rendimientos, principalmente en proyectos de negocios con sustentabilidad. Segundo estado más competitivo de Brasil, de acuerdo con The Economist Intelligence Unit, y el tercero mejor ambiente de negocios e inversiones del país, el gobierno del estado tiene un programa de incentivos y apoyo al inversionista, llamado Invest Paraná, con una línea específica para soluciones sustentables, el Invest Pass. Para quien quiere apostar en proyectos ESG (sigla en inglés Environment, Social and Governance que evalúa empresas de acuerdo a sus impactos y desempeño en tres áreas: medio ambiente, social y gobernanza corporativa), el sembrado de forestas y el agro negocio basado en integración de labranza, ganadería y foresta (ILPF) son áreas que presentaron excelentes resultados los últimos años.

En 2019, según datos de IBÁ – Industria Brasilera de Árboles, de modo general, Paraná aumentó la producción de eucalipto en un 20% y de pinos, en un 40%. En Brasil como un todo, IBÁ predice inversiones en expansión de R$ 35,5 billones hasta 2023, destinado para forestas, nuevas fábricas, expansiones, tecnología y ciencia, lo que demuestra la confianza del sector en el crecimiento de la economía verde, en la opción de los consumidores por productos con rastreabilidad, originados en fuentes renovables, reciclables, biodegradables, y que, por su base en árboles plantados, absorben y almacena CO2. El sector de árboles plantados actúa hace años con producción sustentable, suministrando innúmeros productos de origen renovable, esenciales para el día a día de las personas como muebles, libros, pisos, papeles higiénicos y envases.

Óptimos resultados también están siendo obtenidos en ILPF. Según datos de Cocamar, solo en su área de influencia, son más de 200 mil hectáreas de integración, con un promedio de crecimiento de unos 10% de área por año, pero orientada principalmente para la recuperación de pastos degradados. Datos de Embrapa, sin embargo, apuntan que Paraná tiene un área de 416.517 hectáreas direccionados para ILPF.

El Grupo Paraná Wood (GPW) es un ejemplo de caso de éxito en negocios ESG. Los últimos dos años, el área de forestas plantadas por Paraná Wood Florestal, en São Jerônimo da Serra, al norte del estado, tuvo un crecimiento de un 38% y suma hoy 1.460 hectáreas de foresta propia, con plantación, manejo y tecnología empleados de forma personalizada en cada terreno. Con fertilización, tecnología y conocimiento, la producción de eucalipto en Paraná Wood Florestal llega a 65 metros cúbicos por hectárea por año. Al final de la cosecha, a cada siete años, totaliza unos 454.4 metros cúbicos por hectárea. 

Ya Paraná Wood Ganadería está causando diferencia al integrar sistemas para ganancia y sustentabilidad en la creación de ganado. ILPF proporciona alto lucro por hectárea con la madera y garantiza mayor desempeño de los animales debido a la comodidad térmica y forraje favorecidos por los árboles, con menos estrés priorizando el bienestar animal. En la estación 2019/2020, los manejos adoptados en la recría presentaron animales saliendo del promedio de 227,3kg para 523,28 kg, una ganancia de 9,74 arrobas por animal.

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São Jerônimo da Serra, un paraíso a ser explotado

Origen del Grupo Paraná Wood, São Jerônimo da Serra reúne características únicas en tierra fértil, bellezas naturales, clima e historia. La región, al norte del estado de Paraná, está estratégicamente ubicada, lo que permite una logística eficiente para cualquier actividad económica. A 90 km de Londrina, 330 km de Curitiba y 539 km de la capital de São Paulo, permite que empresas como el GPW alcancen mercados importantes en todas las partes del mundo. Con excelente topografía – tierras planas en gran parte del municipio que permiten mecanización y alta altitud para el desarrollo de semillas – y un suelo de alta calidad, el agro negocio es la principal actividad económica. Pero la región está abierta y dispuesta a atraer industrias y empresas que promocionen el desarrollo sin afectar su ecosistema, que es excelente para el turismo.

São Jerônimo da Serra fue colonizada hace casi 200 años cuando aún era habitada solamente por indios kaingans. Los desbravadores que percibieron su potencial económico y la situación privilegiada donde se encontraba y eso acarreó a un gran número de personas para instalarse en el local. Como está en la zona de transición del Segundo con el Tercer Altiplano paranaense, es una región con desniveles, ríos, cascadas y grutas de formación características en las areniscas Botucatu y Piramboia, lo que provee paisajes bellísimos y gran atractivo turístico. Aguas poco profundas y abundantes, cuatro tipos de suelo, forrados por forestas naturales, ciliares y plantadas son solo algunas de las características que pueden tornarse lucrativas para quienes estén dispuestos a invertir en la industria turística, para recibir turistas tanto en verano como en invierno.

El geógrafo Guilherme Jordano, estudioso y experto en São Jerônimo, explica la geomorfología, en conjunto con la geología de la región, proporciona al municipio innúmeros accidentes geográficos, como ríos ricos en cascadas, corrientes y saltos, sierras con altitud que varía de 900m a 1.150m sobre el nivel del mar, además de más de 50 grutas, cañones, cuestas, mar de cerros, valles en forma de “U” y sobrantes de Mata Atlántica, pero con ejemplares de araucaria al medio, lo que es rarísimo. 

Asimismo, posee dos tipos de clima al mismo tiempo: el, CFB, clima subtropical húmedo meso térmico, con veranos calientes y escarchas con poca frecuencia; y en la porción sur del municipio predomina el clima CFA, clima subtropical meso térmico verano fresco y escarchas con más frecuencia.

Las cascadas son un capítulo aparte en la geografía del municipio. Son innúmeras, nadie consiguió contarlas todas todavía. Pero varias son accesibles al público, como la mayor, llamada de João Nogueira, con 136 metros de caída de agua; la cascada del Larini, la de Humánitas o del Padre, la de Maria Júlia, Caratuva, entre otras. También, hay trillas que pueden ser realizadas a pie, a caballo, moto o carro. “São Jerônimo tiene un enorme potencial de explotación turística porque reúne características que el mundo entero busca. Pero es necesario que sea un turismo consciente, de exploración cuidadosa como el Grupo Paraná Wood hace aquí, en el agro negocio, preservando y protegiendo la naturaleza”, afirma Jordano.

Hay excelentes oportunidades de negocios en São Jerônimo da Serra, sea en el agro negocio, en las forestas plantadas o en el turismo. Principalmente para empresas e inversionistas interesados en economía verde y sustentabilidad. El éxito del Grupo Paraná Wood es ejemplo de lo que puede ser hecho con determinación, espíritu emprendedor y mano de obra capacitada. 

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Metodología y procesos eficientes resultan en que forestas sean altamente rentables

Transferencia de tecnología genera renta también para otros productores.

El éxito del Grupo Paraná Wood (GPW) comenzó con el plantar de las propias forestas. El crecimiento del grupo, los últimos 14 años, se debe principalmente a la visión de su propietario, el médico João Luiz Garcia de Faria, que decidió llevar para el campo procesos de gestión e invertir en el Agro. Con la colaboración de Douglas Mendes – que comenzó a trabajar con forestas aún niño – y Dalço dos Santos, que tiene una vida dedicada a la ganadería y agricultura, procesos y metodologías personalizadas, el trio viene innovando en Paraná.

De un área inicial de 200 hectáreas plantados con eucaliptos en la región de São Jerônimo da Serra, al norte de Paraná, el grupo suma hoy 1.460 hectáreas de forestas propias. Toda esa área es dividida en lotes, con plantación, manejo y tecnologías empleadas de forma personalizada en cada lote. Mudas de alta calidad de Eucapinus, cosecha mecanizada, corte, remoción y transporte para la maderera realizados con el grupo y equipos propios, garantiza producción auto sustentable y de alto lucro. Con integración y manejo adecuado, fertilización, tecnología y habilidades de sus trabajadores, mantienen una producción mediana de 65 metros cúbicos por hectárea/año, muy sobre el promedio nacional de 36 metros cúbicos hectárea/año.  

Los procesos pueden ser transferidos, generando renta también para otros propietarios de tierra. “El GPW trabaja con asociaciones, personas que tienen tierras, pero están insatisfechas con sus ganancias. Las personas llevan para ellos una metodología donde consiguen tener un lucro mucho mayor acoplado a una gran empresa que quedarse trabajando solos”, explica Garcia de Faria.

Eso economiza costos porque la infraestructura necesaria para cosechar la madera es cara. “Se necesitan camiones, tractores, equipos. No son todos los que tienen condiciones de hacer un negocio de alto rendimiento, de precisión. Se necesitan asociados. El productor, a veces, tiene un tractor muy pequeño dentro de su área y no tiene condiciones de adquirir los equipos esenciales”, dice. Las asociaciones son realizadas de forma individualizada, todo depende del interés del propietario del área a ser explorada. “Puede ser por arrendamiento, por asociaciones, por participación en el lucro final”, explica el médico empresario. Además de eso, el GPW todavía trabaja con equipo propio, ofreciendo recurso humano altamente especializado. 

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El campo debe ser encarado como empresa

Asociar procesos empresariales a la gestión del agro negocio trae buenos resultados. 

Uno de los grandes diferenciales en el éxito del Grupo Paraná Wood son los procesos productivos que fueron implantados, desde su inicio, aún en la formación de las forestas. A partir del momento en que el médico João Luiz Garcia de Faria decidió invertir en el desarrollo de las propias forestas – y las empresas derivadas que surgieron de esa iniciativa, – todo fue planificado en detalles para imprimir una gestión eficiente y empresarial al campo. “El agro negocio practicado en la región viene demandando procesos productivos eficientes. Resolví tratar el negocio como una empresa, con cálculos, gastos, ingresos, flujo de caja, margen de ganancia en relación al mercado. Y funcionó”, dijo.

A partir de ello, todas las actividades del grupo pasaron a tener planificación estratégica, inversiones en tecnología y profesionalización de la mano de obra local. Garcia de Faria aplicó el concepto hacienda-empresa, buscando la disminución de costos y aumento de ganancias. “El agricultor, el ganadero no tenían eso. Él no se veía como empresario rural. Sin embargo, dependía de aquello para vivir y, por lo tanto, el campo debe ser encarado como una empresa, que tiene que rentabilizar, independientemente de cualquier otro factor”, explica.

Según Garcia de Faria, el principal secreto es tener a personas calificadas y comprometidas. “Todo el equipo debe estar envuelto en todas las etapas”, afirma. Una de las formas de compromiso encontradas por el Grupo Paraná Wood es la participación en los resultados y división de ganancias. “Pero lo bonito en todo esto es juntar toda esta parte empírica del conocimiento del hombre del campo con el desarrollo de procesos de gestión. La práctica que ellos tienen es algo impresionante. Cuando se asocia gestión sobre todo, el resultado es espectacular”, afirma. Esas experiencias, según él, lo instigan a nuevos vuelos empresariales y emprendedores. 

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Cómo el Grupo Paraná Wood creció apostando en la integración y diversificación

“Emprendedorismo es ver la oportunidad y aprovecharla”, dice empresario

El médico João Luiz Garcia de Faria no necesitaba preocuparse con sol, lluvia o cualquier otra condición climática para tener éxito en los negocios. Así mismo, vio una oportunidad de invertir en la herencia que recibió de su padre, una hacienda en São Jerônimo da Serra, al norte de Paraná, y la transformó en una gran empresa. Lo mejor: en cuatro empresas, reunidas bajo la marca Grupo Paraná Wood.

A partir de la hacienda que, al comienzo, la arrendó a Klabin para plantar eucalipto, Garcia de Faria percibió que la ganancia sería mayor si tuviera su propia foresta. Plantó, le gustó el resultado y adquirió más áreas. “Cuando percibí, había creado una gran foresta. Pero ahí surgió la duda: ¿qué hacer con ella? Fue cuando decidí agregar valor y creé una industria maderera. Emprendedorismo es eso, ver la oportunidad y aprovecharla”, cuenta.

La ganadería y agricultura vinieron en la secuencia de la foresta. “Yo ya tenía la estructura base para alcanzar la foresta y, con eso, surgieron las opciones de diversificación e integración. Según Garcia de Faria, el agro negocio, hoy, necesita de eso. “Con ganadería, foresta asociada a la creación de ganado, la agricultura asociada al encierre del rebaño. Con eso, es posible tener una retroalimentación de todo el sistema”, dice. Según Garcia de Faria, ver las posibilidades de actividades paralelas interconectadas es otro ejemplo del emprender. “Lo más importante es que la base operacional es una sola. Entonces, el costo fijo es solo uno. Pueden haber tranquilamente otras actividades dentro de un proceso. Analicé lo que tenía, y donde cabía la agricultura, fui para la agricultura; lo que era área para el ganado fue para ganadería, lo mismo aconteciendo con la foresta. Analizando la calidad del suelo, de la geografía, clima”, explica.Según Garcia de Faria, todo debe ser estudiado y planificado. “Esa es la mejor forma de emprender. Con orden, con todo alineado”.