Grupo Paraná Wood contrató consultoría agronómica para orientaciones técnicas basadas en pesquisas aplicadas
Buscar ayuda de auxilio técnico para profesionalizar la producción agrícola es una práctica que la mayoría de los agricultores suele hacer. El auxilio técnico puede dar orientaciones y direccionamientos para que los planteles tengan alta productividad y desempeño, con una rentabilidad mayor en el bolsillo del productor. Pero, a veces, los auxilios son conectados a marcas de insumos y semillas, lo que ni siempre corresponden al mejor resultado para el área cultivable. Pensando en eso, el Grupo Paraná Wood (GPW), hizo contrato con Helpen Consultoría Agronómica, un auxilio técnico “diferente”. El trabajo de Helpen que, aunque pertenezca a la Cooperativa Castrolanda, atiende también a no cooperados, llamó la atención de GPW por eficiencia en los resultados y por el convenio con la Fundación ABC, una institución sin fines lucrativos, que hace pesquisa aplicada para desarrollar y adaptar nuevas tecnologías, con el objetivo de promocionar soluciones tecnológicas para el agronegocio.
“Nosotros somos un servicio de consultoría totalmente desvinculado del área comercial de la cooperativa. Nuestros agrónomos no son obligadosa recomendar este o aquel producto. Con el apoyo y soporte de la pesquisa de la Fundación ABC, que valida solamente los mejores productos – independiente de marca -, nuestro objetivo es llevar el mejor costo beneficio para el productor, para que él tenga mayor rentabilidad”, explica el coordinador de Helpen,Rudinei Borgoni. Según él, eso genera economía para el productor, que estará utilizando los mejores productos, independiente de bandera, con los mejores resultados.
“El grande diferencial de Helpen, además de ese conocimiento de pesquisas, es estar junto con el productor allá en el campo, toda semana infaliblemente, haciendo todo el proceso de calibración de máquinas, regulación de equipo, aplicación de correctivos y fertilizantes. En el momento del plantío, nuestros técnicos dan apoyo, en las máquinas de plantar, en la siembra, para regulación correcta. Están allá en el campo viendo cual es el mejor timing, cual la condición ambiente para mejor aplicación de un defensivo, por ejemplo. Y en la cosecha, están allá, definiendo junto con el productor al momento de entrada para la cosecha, todo proceso de regulación también de las cosechadoras para tener la mínima pérdida posible”, afirma.
Según el agrónomo de Helpen que acompaña a Paraná Wood Agrícola en este plantel de soja, Jackson Franchesco Lima Bomfin, este fue un año desafiador para el productor, por causa del escenario crítico en la adquisición de insumos con el alto del dólar. “Por eso, necesitamos organizar y optimizar el cultivo para que la rentabilidad no se pierda”, dice. En Paraná Wood Agrícola, el primer paso del trabajo fue conocer el histórico de cultivo de cada área de las haciendas, la parte operacional y buscar entender cada departamento y la organización de los trabajos. “Tuvimos una conversa con toda la parte operacional para conocer cada uno de ellos, llevamos eso muy en serio, principalmente por la valoración de personas. Hicimos evaluación de la fertilidad del suelo y cuestiones fitosanitarias, los manejos que estaban siendo realizados los últimos años y buscamos entender un poco de la realidad de la empresa como un todo, el nivel de inversión y cuáles serían los desafíos y así fuimos construyendo un entendimiento de cómo podríamos hacer un trabajo que trajera los mejores resultados, con metas a ser alcanzadas”, explica.
Junto a los gestores del GPW, Helpen pasó a hacer un trabajo de planificación, lo más ordenado posible. “El nivel de organización de la empresa, que ya era bien alto, quedó mayor. Además de eso, creamos un grupo de trabajo por WhatsApp, con los líderes y hasta quien ejecuta la parte operacional, para que todos sepan lo que está aconteciendo. Con eso, nosotros tendremos todas las demandas del plantel en ese grupo, además de las reuniones que tenemos semanal y presencialmente. Una de nuestras principales metas es la difusión de informaciones y tener esa facilidad de acceso, para no haber decisiones precipitadas”, afirma el agrónomo.
Uno de los primeros pasos de la consultoría en las haciendas de Paraná Wood Agrícola fue ordenar cada tajo de cultivar, que recibieron nombres, para ser tratados de formas diferentes. “Nosotros entendemos que cada área se distingue una de la otra. Podemos tener, en una misma hacienda, 10 áreas de cultivo, pero ninguna será igual a la otra. A través de cada zona de cultivo, nosotros colocamos determinada soja que se comportara de la mejor forma, de acuerdo con la fertilidad de aquella área, que también fue estructurada. Tiene que invertir conforme su retorno, lo que áreas consigan entregar”, afirma.
Según el gerente general de GPW, Douglas Mendes, grupo contrató a Helpen porque le gustó el sistema de trabajo, de informaciones con transparencia, con planificación técnica basado en pesquisas y no banderas. “Ese nivel de evaluación incrementa la producción, un trabajo cada vez más enfocado, profesionalizado, una orientación técnica que va a evolucionar nuestro proceso de la agricultura”, dice. De acuerdo con Mendes, el GPW, que tiene un sistema informatizado que controla todo – desde cada litro de diésel usado, cada insumo aplicado, cada empleado trabajando en la taja del cultivar y la logística de las máquinas en el campo para optimizar el uso -, se identificó con la consultoría. “El agricultor tiene lucro en aquello que economiza. Por eso, necesita tener control de todo, hacer la planificación integrada con la gestión, para no tener gastos a más”, afirma.