Demanda mundial creciente por productos generados en forestas cultivadas garantizan rendimientos reales y con menor volatilidad en las oscilaciones de mercado
La diversificación es uno de los modos más recomendados para quien quiere invertir. Tener un portafolio de inversiones variado garantiza rendimientos mayores y más seguranza. Por eso, quien piensa en invertir necesita conocer los activos forestales, una de las modalidades de inversiones con menor volatilidad del mercado y rendimientos reales.
Los activos forestales son áreas de tierras con plantíos de forestas comerciales, para atender a diversas finalidades industriales como papel, celulosa, leña, energía, muebles, construcción civil, ingredientes para productos farmacéuticos, químicos y alimentarios, entre otros. El crecimiento del consumo de productos forestales aumenta a cada día y más forestas cultivadas – principalmente pinos y eucaliptos – son necesarias para suplir la demanda. Eso garantiza que siempre habrá renta en el área. Para invertir, la idea es simples: el interesado adquiere títulos, cuyos valores serán aplicados en el plantío de forestas. Cuando los árboles plantados lleguen al punto de corte, la madera es vendida y el inversionista recibe su participación en los lucros.
Según el director general de CF Wood Brasil, Eudes Moreira, que tiene 25 años de experiencia en el sector forestal, hoy, las industrias de papel y celulosa son las mayores propietarias de activos forestales en Brasil, pues necesitan tener seguranza en el abastecimiento de sus plantas, debido al ciclos de cada especie, que varían de siete años (eucalipto) a 15 o 20 años (pinos). “En Brasil, las primeras inversiones en activos forestales comenzaron a acontecer al final de la década de 1990, con la expansión de las industrias y mayor demanda por materia prima para atender a las fábricas. Para atender al volumen de madera, algunas desarrollaron modelos de incentivos, asociaciones con productores locales, pero debido a la rentabilidad obtenida no fue lo suficiente atraer asociados para atender a las ampliaciones de las plantas industriales. Eso proporcionó la atracción de inversionistas de otros países, con costo financiero menor y con mayor escala de inversiones”, explica.
Según Moreira, actualmente, con la creciente demanda por madera de forestas plantadas y reducción de las bases forestales de las industrias, para reducir endeudamiento y ampliar inversiones en las fábricas, se ha optado por vender parte de los activos forestales propios para fondos de inversiones nacionales e internacionales. “La rentabilidad de esos activos forestales ha variado entre 7% (siete) a 10% (diez) por ciento al año”, dice.
El experto explica que las inversiones en activos forestales están directamente conectadas a la economía real y no guardan relación con la Bolsa de Valores, renta fija o cambio, lo que genera menos instabilidad. “La rentabilidad ocurre por el crecimiento en volumen de madera comercial. El crecimiento de la población mundial y aumento del consumo de madera o derivados contribuirán para mejorar aún más la rentabilidad de los activos forestales”, afirma. Además de eso, según él, también es una forma de inversión que tiene flexibilidad en caso de crisis mundiales que reduzcan el consumo. “Es posible alargar el ciclo sin ocasionar pérdidas del capital invertido, mismo con reducción del incremento de la foresta. Eso no causará impacto que reduzca en gran proporción la rentabilidad. Los activos forestales también no oscilan conforme las acciones enumeradas en bolsas de valores, de este modo el riesgo de una desvaloración del capital invertido es inexistente”, garantiza.
Moreira explica que, actualmente, la rentabilidad de los activos forestales en Brasil ya está arriba de la tasa de interés SELIC, fondos CDI y títulos del gobierno brasileño. “En Estados Unidos, donde hacen este tipo de inversión desde la década de 1980, los activos forestales proporcionan rentabilidad histórica con retornos superiores a los títulos del gobierno americano”, señala.
La sustentabilidad que las forestas cultivadas motiva también es un gran atractivo en este tipo de inversión. “Los inversionistas buscan opciones con mayores oportunidades de escala, rentabilidad y seguranza, de este modo la sustentabilidad es de extrema importancia. Además de eso, los inversionistas e industrias han optado por activos forestales que tengan certificaciones forestales, por órganos competentes que tengan credibilidad internacional”, dice Eudes Moreira.
Ya la inversión depende del perfil del inversionista, pues los valores mínimos establecidos para captación de recursos son atractivos para grandes inversionistas que están diversificando sus investiduras a medio o largo plazo. “Pero, con el aumento de la confianza de inversionistas en este sector, debido a la rentabilidad y seguranza, la tendencia es la apertura de nuevos proyectos por fondos con valores menores, llevando en consideración el plazo para retorno de la inversión, alrededor de 10 años”, dice. Hoy, para los fondos más conceptuados y con mayor valor de cartera, la inversión mínima es de R$ 1 millón. “Hay otros, con valor mínimo de R$ 10 millones, pero existen fondos menores con valores de aportes con mínimos de R$ 100 mil. Varían conforme las premisas y plazos establecidos por cada fondo”, aclara.
Según él, para quien está interesado en conocer más las posibilidades, la recomendación es entrar en contacto con los agentes financieros de los fondos de inversiones, verificar si están realizando captación de recursos para nuevos proyectos, evaluar el valor mínimo de inversión, plazo para retorno y rentabilidad y si atienden a las expectativas y perfil del inversionista. “Los fundos internos y externos que administran mayores volúmenes de activos forestales normalmente tienen en su cartera inversiones de fondos de pensión, de este modo es necesaria la regularización en la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM)”, señala.