Trabajar con la agricultura de baja emisión de carbono es compromiso, garantiza Ortigara
Paraná es uno de los líderes en la producción de madera en Brasil, con más de 817 mil hectáreas de área de florestas plantadas, atrás solamente de Minas Gerais y São Paulo. Además de eso, tiene la mejor estructuración en la cadena productiva de la madera, con un parque industrial completo que absorbe prácticamente toda la producción y exige más. También se destaca en la producción de granos, estando siempre posicionado entre los tres estados con mayor producción. Además de eso, es principal productor nacional de proteína animal, con una producción de 1,5 millones de toneladas de carne en el primer trimestre de 2021, casi un cuarto de las 6,5 millones de toneladas producidas en los primeros tres meses en todo Brasil. Sin embargo, el sistema de Integración Cultivo-Ganadería-Foresta (ILPF), que trae beneficios y excelentes rendimientos para todos los sectores envueltos, todavía es poco explotado en el Estado.
La Secretaria de Estado de Agricultura y Abastecimiento (SEAB) ha invertido para cambiar esa realidad. Según el secretario de Estado de la Agricultura, Norberto Ortigara, el Sistema Estatal de Agricultura (Seagri) – que incluye el Instituto de Desarrollo Rural de Paraná Iapar-Emater (IDR-Paraná), la Agencia de Defensa Agropecuaria de Paraná (Adapar) y las Centrales de Abastecimiento de Paraná (Ceasa) – está trabajando para divulgar y difundir el sistema, previsto en el Plan ABC para aumento de áreas de en ILPF para reducción de la emisión de carbono. “Seagri tiene una coordinación estatal responsable por el Plan, conectada a IDR-Paraná. Este trabajo incluye aún integración con la iniciativa privada y entidades representativas, como Sistema Ocepar, Federación de la Agricultura del Estado de Paraná (Faep) y la Federación de los Trabajadores Rurales Agricultores Familiares del Estado de Paraná (Fetaep), para valorar el diálogo y las acciones en conjunto. Trabajar con la agricultura de baja emisión de carbono es un compromiso nuestro, una preocupación constante, no solamente en el ámbito del Plan, pero en acciones que incentivan la conservación del suelo y el plantío directo, por ejemplo”, explica.Norberto
De acuerdo con Ortigara, el ILPF mejora las condiciones de suelo y se ha tornado una gran estrategia económica con buenos resultados. Pero, dice que todavía hay un largo camino para tornarse una alternativa popular también para los pequeños productores, “por cuestiones de organización o control de costos, por más que tengamos capacitaciones y orientaciones de técnicos”. “Seagri ha trabajado para eso por medio de la promoción de Días de Campo, eventos, cursos, unidades demostrativas y otras acciones que buscan llevar más conocimiento sobre la integración, y evalúo que estamos avanzando en eso. Tenemos buenas experiencias en el Noroeste y Oeste del Estado, con el consorcio del maíz con la Brachiaria, técnica difundida por los extensionistas que ha colaborado para la productividad y sustentabilidad. Es necesario aclarar aún más los resultados conquistados con esas iniciativas.”
Sobre el sector forestal, específicamente, el secretario dice que también tiene mucho apoyo de Seagri. “Tenemos aproximadamente 120 técnicos de IDR-Paraná dedicados a apoyar el sector, además de la capacitación para integrarlo a la agricultura. Paraná tiene la más completa cadena de productos forestales, utilizados en energía, serrería, laminación, papel y celulosa, con plantío responsable. Según él, SEAB actúa en varias frentes para apoyar el sector forestal en Paraná. Una de ellas es el estímulo al desarrollo industrial, incluso con la reducción de impuestos, apoyo a la infraestructura y estrategia de logística. Otra iniciativa es el incentivo al plantío, sea para la producción de madera o celulosa, para aproximar los agricultores de la demanda de las industrias, como fue hecho en las regiones de Ortigueira y Telêmaco Borba. “Además de eso, en asociación con el Instituto Água e Terra (IAT), órgano vinculado a la Secretaria del Desarrollo Sustentable y del Turismo (Sedest), orientamos a los productores cuanto al licenciamiento ambiental. Ese conjunto de iniciativas está sintonizado con nuestro objetivo de dar cada vez más espacio para que la agricultura y la producción forestal sean una actividad integrada. Nosotros no queremos que los productores sean solamente reforestadores, nuestro objetivo es que la foresta componga el sistema productivo”, afirma.
De acuerdo con Ortigara, entre las políticas públicas direccionadas para el sector están pesquisa, extensión rural, auxilio técnico para promocionar el desarrollo de diferentes culturas, como la hevea, palmito, Mimosa scabrella y yerba mate. IDR-Paraná tiene un programa específico para Cultivos Forestales (vea aquí). Las pesquisas desarrolladas por el Instituto muestran cómo se puede adoptar sistemas de integración cultivo-ganadería (ILP) e ILPF en suelos del Arenito Caiuá, por ejemplo. “Otras acciones envuelven asociación con ayuntamientos en municipios con vocación para el sector, además de incentivar el asociativismo y cooperativismo en los casos en que los productores no tienen condiciones de actuar directamente con las industrias”, explica. Además de eso, los recursos del programa Coopera Paraná también colaboran para fomentar esa actividad, dice. “Solamente para mencionar un ejemplo, uno de los proyectos desarrollados con apoyo del programa el año pasado permitió que una cooperativa de productores de yerba mate pudiera ampliar la exportación de su producto, con mayor valor agregado, de modo organizado y con producción diversificada”, apunta.Él también menciona unas de las líneas de financiación del programa Banco del Agricultor que prevé beneficios en ecualización de intereses para productores del sector forestal. “Estos recursos vinieron para facilitar y baratear el día a día de los productores rurales, principalmente de aquellos pequeños que tienen aspiraciones de crecimiento. El agro negocio paranaense emplea millares de familias y tiene margen para crecer con sustentabilidad y responsabilidad”, concluye.