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Mecanización trae más competitividad a las forestas plantadas brasileñas

Procesos mecanizados traen mayor rendimiento y optimización de la mano de obra escasa

La mecanización de las forestas plantadas en Brasil aún está lejos del nivel de los sistemas de cosecha y transbordo existentes en otros países, lo que perjudica su competitividad en el mercado internacional. Según levantamientos hechos por el Instituto de Pesquisa y Estudios Forestales (IPEF), realizados bianualmente desde 2018 con empresas filiadas al instituto – algunas de las mayores empresas forestales brasileñas – el índice de mecanización alcanza 51,1% de las empresas, en nivel cinco: conjuntos mecánicos e implementos que demandan solamente el operador sin el uso de piloto automático. Buena parte de ellas, 30,9%, aún está en el nivel 2 con la utilización de herramientas con accionamiento mecánico. Lea el último levantamiento, de 2019, aquí.

¿Qué eso representa para el sector forestal? Según el profesor doctor Saulo Guerra, docente de la Facultad de Ciencias Agronómicas de Unesp campus de Botucatu y líder científico del Programa de Mecanización y Automación Forestal (PCMAF) de IPEF, la mecanización es una necesidad espontánea del sector forestal por varios motivos: promociona reducción del costo de operación, aumenta el rendimiento y trae optimización de la mano de obra distribuida en el campo. “Además de eso, hay la cuestión de confort, de la ergonomía, de reducción de esfuerzos o de actividades repetitivas para el trabajador. El hombre que está allá delante de las operaciones de silvicultura necesita tener condiciones adecuadas de trabajo”, dice.

De acuerdo con la presentación de PCMAF, el aumento de los costos con mano de obra y la disminución en su oferta, carga tributaria superior a países como China y EEUU y el costo de la energía eléctrica en Brasil, entre otros factores, hacen con que el país, mismo deteniendo las mayores productividades medias para los principales géneros forestales (Eucaliptus y Pinos), no detenga más el título de país más competitivo y rentable del sector forestal. “De forma muy objetiva, el nivel de mecanización varía en función de las otras operaciones. Si nosotros tomamos las operaciones de preparo del suelo, 75% de las áreas forestales con eucalipto son mecanizadas.  Al paso que, en la operación siguiente al preparo, que podría ser el plantío, 65% de las áreas, hoy, tienen plantío manual. Es decir, mismo dentro de forestas plantadas de eucaliptos existe una gran variación de las operaciones manual, semimecanizada, mecanizada o automática. Cabe destacar con relación a esa información, que hoy ya existen algunas operaciones automáticas considerando el uso de los drones, por ejemplo, para aplicación de herbicidas y hasta mismo cebos con veneno para hormigas”, explica.

Según Guerra, lo que aún inviabiliza un mayor grado de mecanización en la producción brasileña es el costo de adquisición. “Además del valor de inversión, que es alto, algunas máquinas exigen entrenamientos especiales. Lo que es un problema, porque hoy existe una escasez de mano de obra calificada y entrenada para las máquinas y equipos de operaciones forestales en la silvicultura. Además de eso, no existe hoy, todavía, un programa de financiación específico para esas máquinas. Lo que acontece es que muchos silvicultores consiguen usar línea de financiación para tractores agrícolas. Y esos tractores después pasan a trabajar en operaciones forestales”, dice.

Cosecha mecanizada – El Grupo Paraná Wood, que ya trabaja con mecanización en buena parte de las operaciones forestales, está ahora preparándose para mecanizar también la cosecha, equiparándose a las grandes empresas forestales. Paraná Wood Forestal ya adquirió un tractor de cintas Komatsu y aguarda solamente la llegada del cabezote hidráulico Wharatah para el corte y procesamiento de los troncos de eucalipto. La pieza es importada y debe llegar de Canadá hasta diciembre. Según Douglas Mendes, gerente de PWF, el cabezote hace la cosecha del eucalipto y corta los troncos en tamaños específicos. El equipo tendrá capacidad para corte de árboles de hasta cuatro toneladas y 50 cm de diámetro. “La máquina colecta, en dos turnos, 70 toneladas/día”, explica. La inversión fue de R$ 1,26 millón.

Según el propietario del Grupo Paraná Wood, João Luiz Garcia de Faria, la mecanización es el principal proceso para que se aumente la calidad en la cosecha, lo que es importante para la exportación de madera. Según él, la mecanización también permitirá que PWF se torne apta a certificaciones internacionales. “Pero, además de eso, usted evita riesgos de accidentes con el trabajador en la cosecha. Disminuyendo el contingente de personas en esta etapa, disminuyen los riesgos y cualifica a los operadores. Es la evolución natural de los procesos: hacer las cosas con más seguranza, más calidad, más calificación. Eso, incluso, da más oportunidades a los empleados”, apunta. De acuerdo con el gerente, ningún empleado de los 44 que trabajan hoy en la empresa será dispensado. “Como la empresa viene creciendo, serán destinados para otras áreas. Es una mano de obra valiosa, entrenada y altamente capacitada, no vamos a perderlos”, garantiza. 

La empresa, que ya tiene un equipo de remoción de troncos actuando, quiere – hasta el próximo año, adquirir uno más y otro equipo completo para cosecha. Con las dos parejas de máquinas, va también prestar servicios para otros productores de la región, según Mendes. “Y conforme vayamos creciendo, más máquinas serán adquiridas”, afirma.

 

 

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